Mary Ann Louise Hilton
El año 1889, junto a su joven esposa—Mary Ann Louise, quien ya esperaba a su primera hija, el Pastor Hoover salió al campo misionero, desde la Ciudad de Oak Park, IL, un suburbio del área metropolitana de Chicago. Pero antes de ir al campo misionero, una de las fuentes consultadas da a entender que ambos estuvieron vinculados a una escuela de formación misionera.1 Es más, la misma fuente señala que fue en esa escuela donde ambos se conocieron. El nombre de la escuela era Chicago Training School for City, Home and Foreign Missions, que es justamente el lugar donde otra fuente indica que la Hna. Mary Ann Louise Hilton—o “May” como le conocían—ingresó a estudiar,2 más o menos como a los veintiún años.
La Escuela de Formación de Chicago otorgaba preparación para el trabajo misionero formal, no solamente impartía instrucción completa de la Biblia, interpretación e historia de la iglesia, sino además estudios de medicina elemental, de higiene, de ciudadanía y de relaciones familiares y sociales. Esta escuela fue fundada en el año 1885 por Lucy Rider Meyer y su esposo Josiah, con el propósito de educar en el campo misionero a mujeres mayores de 20 años, asociadas a la Iglesia Metodista. Muchos años después, la escuela también graduó varones, pero en un número modesto.
Notas importantes:
- La Hna. Lucy Meyer fue una destacadísima cristiana de la época, esposa, madre, médico, educadora, profesora de hermenéutica, emprendedora de 40 instituciones, autora y compositora3 de más de 15 himnos cristianos, uno de ellos muy conocido en castellano: “A los sedientos, venid a las aguas.”4 El impacto de su labor cristiana no solo se reconoce en el Metodismo, sino también en el mundo.
- La Escuela de Formación de Chicago mantuvo siempre una relación cercana con el Instituto Bíblico Garrett, hasta que finalmente se fusionaron en 1934. Hoy, continúa funcionando, pero bajo el prestigioso nombre: Garrett Evangelical Theological Seminary, ubicado en Evanston, IL, que sigue ligado a la Iglesia Metodista.
Desde sus comienzos, la escuela de formación fue apoyada por obispos, doctores en divinidad y profesores.5 Asimismo, enfermeras y médicos dictaban clases a los estudiantes en primeros auxilios para su posterior trabajo misionero.6 Es muy probable que, en su calidad de médico, el entonces Hno. Hoover haya sido un colaborador entusiasta con esta escuela. Más aun, considerando que miembros de su Iglesia Metodista en Oak Park, eran activos apoyando esta obra.
Las alumnas que estudiaban en la escuela eran llamadas diaconisas. La Hna. May fue una de las primeras 15 diaconisas que egresaron de la escuela en mayo del año 1887, varias ya estaban designadas a misiones extranjeras, en Africa, India y China, y domésticas.7 Sin embargo, la Hna. May es mencionada como una de las ocho egresadas que ese verano permanecieron como voluntarias para trabajar por la escuela. Junto a su compañera de promoción, la Hna. Isabelle Reeves, May se dedicó al trabajo misionero de visitación, para evangelizar hogares de vecindarios en las calles de Chicago. En octubre del año 1887, la escuela consiguió un departamento en calle West Erie #16, en Chicago, que llamó “El Hogar de Diaconisas.” Las dos jóvenes, May e Isabelle, fueron instaladas en ese hogar y asignadas a iglesias locales para trabajar bajo la dirección de los pastores. Ellas fueron designadas, “diaconisas.”8 El 27 de diciembre del mismo año, la Hna. May contrajo matrimonio con el Dr. Hoover.9
Una de las misioneras que viajó a India fue la Hna. Minnie Abrams, también compañera de promoción de la Hna. May, con quien mantuvo correspondencia acerca del avivamiento en los asilos para niñas viudas de Pandita Ramabai.10
La labor de las egresadas Minnie Abrams, Isabelle Reeves y May Hilton es destacada en algunas notas hechas por la Hna. Lucy Meyer11 y en algunos números de una revista informativa, “The Message,” que la escuela solía publicar.12 En particular, cuando por motivos de salud el Matrimonio Hoover e hijos debieron retornar a Illinois, se informó no solo de la salud del Pr. Hoover, sino acerca de una recepción, hecha en enero del año 1895, en honor al matrimonio por parte de las damas de la Iglesia Metodista de Oak Park, IL.13 También, se informó que la familia regresaría a Chile en el otoño del mismo año.14
En una carta, fechada el 10 enero, del año 1921, que la Hna. Belle L. James envía a la directora de la escuela—Lucy Meyer, entre otras cosas, le informa que el Dr. English de la iglesia metodista de Oak Park llamó a la escuela para avisar del funeral de la Hna. May, que sería esa misma tarde y que la Hna. Watkins sería enviada en representación de la escuela.15
Es de verdad, una inspiración conocer más detalles de la abnegada vida de esta noble mujer cristiana.
William Collins Hoover
En el año 1884, a la edad de 25 años, el entonces Hno. Willis Collins Hoover se graduó como doctor en Medicina y Cirugía de una universidad en la ciudad de Chicago.16 Su profesión la ejercía visitando personas de una comunidad alemana en Oak Park, IL.17
En el contexto de aquellos años, Estados Unidos evidenciaba el efecto dejado por el segundo “gran avivamiento” espiritual, vivido a comienzos del Siglo 19. Los metodistas y otras denominaciones protestantes experimentaban un gran amor por la obra misionera. Las iglesias locales recibían con fervor noticias procedentes de misiones en el extranjero, y acogían cordialmente a misioneros itinerantes que pasaban reclutando a jóvenes cristianos.
El misionero metodista William Taylor, que ya había evangelizado en India y Africa, comenzó a propagar el metodismo por la costa del pacífico en América del Sur, a mediados del año 1878.18 Su método consistía en plantar iglesias independientes y financieramente auto-sustentadas, mediante la creación de colegios. Taylor creía que la manera más efectiva de emprender el trabajo misionero era siguiendo el “método paulino” de sostenerse “haciendo tiendas” (Hch 18.3). Taylor reclutaba hermandad joven para servir en los campos que él había abierto alrededor del mundo. Y no era desconocido para la Escuela de Formación de Chicago. De hecho, Lucy Meyer y su esposo abrieron la escuela en el mismo espíritu con que se fundaban las misiones de Taylor.19 La revista de la escuela publicaba noticias suyas, e incluso, una edición da cuenta de su participación en una reunión especial de la escuela.20 Tal vez, en ese contexto de cercanía, el Hno. Hoover ofreció sus servicios a Taylor para ir a Africa. Sin duda, inspirado por el ejemplo de David Livingston (1813-1873), explorador y misionero escocés, quien siendo también médico, dedicó gran parte de su vida a la evangelización de ese continente,21 pero Taylor le ofreció trabajo en Sudamérica.
Fue así como, ya sabemos, el Hno. Hoover y esposa viajaron al campo misionero el año 1889. No hay registro histórico que el Hno. Hoover haya ejercido como médico en Chile. Su gran pasión fue siempre la obra evangelística y, tan pronto como pudo, dio los pasos necesarios para acreditarse como pastor metodista. El año 1890 fue nombrado pastor de la iglesia en Iquique, obra en castellano. En la conferencia anual de Sudamérica, en abril del año 1893, también en Iquique, fue ordenado diácono. Y en la conferencia del año siguiente, fue ordenado presbítero.
El año 1890, la Conferencia de Cincinnati, OH, admitió las iglesias de la misión auto-sustentada de William Taylor como el “Distrito de Chile” de esa conferencia, pasando a ser parte integral de la Iglesia Metodista Episcopal de los Estados Unidos. Y aquí ocurre algo muy importante. Para ser miembro de la conferencia, uno de los requisitos que debían cumplir los pastores era tener acreditada su educación teológica completa. Entonces, los primeros pastores nacionales y también misioneros que, como el Pr. Hoover, habían venido sin estudios teológicos reconocidos por una conferencia anual, debieron estudiar teología.
En el contexto de aquellos años, Estados Unidos evidenciaba el efecto dejado por el segundo “gran avivamiento” espiritual, vivido a comienzos del Siglo 19. Los metodistas y otras denominaciones protestantes experimentaban un gran amor por la obra misionera. Las iglesias locales recibían con fervor noticias procedentes de misiones en el extranjero, y acogían cordialmente a misioneros itinerantes que pasaban reclutando a jóvenes cristianos.
El misionero metodista William Taylor, que ya había evangelizado en India y Africa, comenzó a propagar el metodismo por la costa del pacífico en América del Sur, a mediados del año 1878.18 Su método consistía en plantar iglesias independientes y financieramente auto-sustentadas, mediante la creación de colegios. Taylor creía que la manera más efectiva de emprender el trabajo misionero era siguiendo el “método paulino” de sostenerse “haciendo tiendas” (Hch 18.3). Taylor reclutaba hermandad joven para servir en los campos que él había abierto alrededor del mundo. Y no era desconocido para la Escuela de Formación de Chicago. De hecho, Lucy Meyer y su esposo abrieron la escuela en el mismo espíritu con que se fundaban las misiones de Taylor.19 La revista de la escuela publicaba noticias suyas, e incluso, una edición da cuenta de su participación en una reunión especial de la escuela.20 Tal vez, en ese contexto de cercanía, el Hno. Hoover ofreció sus servicios a Taylor para ir a Africa. Sin duda, inspirado por el ejemplo de David Livingston (1813-1873), explorador y misionero escocés, quien siendo también médico, dedicó gran parte de su vida a la evangelización de ese continente,21 pero Taylor le ofreció trabajo en Sudamérica.
Fue así como, ya sabemos, el Hno. Hoover y esposa viajaron al campo misionero el año 1889. No hay registro histórico que el Hno. Hoover haya ejercido como médico en Chile. Su gran pasión fue siempre la obra evangelística y, tan pronto como pudo, dio los pasos necesarios para acreditarse como pastor metodista. El año 1890 fue nombrado pastor de la iglesia en Iquique, obra en castellano. En la conferencia anual de Sudamérica, en abril del año 1893, también en Iquique, fue ordenado diácono. Y en la conferencia del año siguiente, fue ordenado presbítero.
El año 1890, la Conferencia de Cincinnati, OH, admitió las iglesias de la misión auto-sustentada de William Taylor como el “Distrito de Chile” de esa conferencia, pasando a ser parte integral de la Iglesia Metodista Episcopal de los Estados Unidos. Y aquí ocurre algo muy importante. Para ser miembro de la conferencia, uno de los requisitos que debían cumplir los pastores era tener acreditada su educación teológica completa. Entonces, los primeros pastores nacionales y también misioneros que, como el Pr. Hoover, habían venido sin estudios teológicos reconocidos por una conferencia anual, debieron estudiar teología.
Una fuente indica que el Pr. Hoover completó su programa de estudios teológicos el año 1897.22 El programa de educación teológica, que patrocinaba la conferencia en esa época, tenía una duración de cuatro años y contemplaba cursos por correspondencia. Los pastores G.F. Arms, Ira LaFetra y R.D. Powell fueron nombrados para establecer los contenidos del programa en castellano.23 Todos ellos tenían estudios y formación teológica en Ohio Wesleyan, Boston University y Wesleyan University en Connecticut; y otros misioneros poseían profundo conocimiento del pensamiento de John Wesley. Aunque no hay información exacta sobre contenidos específicos, el mandato era seguir lo más de cerca el programa de educación teológica que se usaba en las obras de México y Argentina. Había un fuerte contenido bíblico, énfasis en la justificación por la fe, la santidad bíblica y en la tradición Wesleyana. También es muy probable que hubiera cursos en Antiguo y Nuevo Testamento, hermenéutica, historia de la iglesia y homilética. Además del estudio de los 25 artículos de fe y una selección de los sermones de Wesley, ya que aún no se encontraban todos ellos traducidos al castellano.
La misma fuente señala que el Pr. Carlos Gomez, quien fue yerno del Pr. Hoover, terminó el mismo programa de educación teológica el año 1909. Recordemos que este pastor fue enviado a la iglesia de Petrufquén, después de la separación.24
Otro dato histórico de interés es que en el año 1905, la iglesia metodista formó los seminarios teológicos de Iquique, Valparaíso, Concepción y Santiago. El Pr. Hoover fue nombrado como Presidente del seminario teológico ubicado en Valparaíso, cargo que ocupó hasta el año 1908.25
Todos estos antecedentes nos muestran la formación bíblica y teológica del matrimonio Hoover. Y nos permiten entender por qué sus enseñanzas siempre se caracterizaban por mostrar un equilibrio tanto en el estudio de la Escritura como en la búsqueda de la guía del Espíritu de Dios. Ambos aspectos no son mutuamente excluyentes, sino estrictamente necesarios para el crecimiento de nuestras vidas espirituales.
--RJM
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Notas y referencias
1 Rasmussen y Helland. La Iglesia Metodista Pentecostal: Ayer y Hoy, Tomo I. (Santiago, Chile: Plan Mundial de Asistencia Misionera en Chile, 1987), pág. 30.
2 Mario G. Hoover. El movimiento Pentecostal en Chile del Siglo XX. (Santiago, Chile: Imprenta Eben Ezer, enero 2002), pág. 139.
3 Irva Colley Brown. In Their Time: A History of the Chicago Training School on the Occasion of Its Centennial Celebration 1885-1985. (Chicago, IL: Garrett-Evangelical Theological Seminary, 1985), Pág. 26.
4 Himno: "A los cansados, venid a las aguas." Interpretación: Coro Iglesia Evangelica Pentecostal, Viña del Mar, Chile, 2002.
5 Irva Colley Brown. In Their Time: A History of the Chicago Training School on the Occasion of Its Centennial Celebration 1885-1985. (Chicago, IL: Garrett-Evangelical Theological Seminary, 1985), Pág. 12.
6 Ibid., Pág. 18.
7 Ibid., Pág. 15.
8 J. Shelley Meyer y Isabelle Horton. Modern Miracles: Incidents of Our Work. 1925, Págs. 7-9.
9 Mario G. Hoover. El movimiento Pentecostal en Chile del Siglo XX. (Santiago, Chile: Imprenta Eben Ezer, enero 2002), pág. 139.
10 Ibid. Pág. 19.
11 Handwritten Notes about Lucy Rider Meyer, Pg. 3, 1849-1922.
12 The Message, v.2 no.10, October 1887, Pág. 2; v.1 no.4, October 1886, Pág. 2; v.11 no.8, August 1895, Pág. 5.
13 The Message and Deaconess Advocate, v.11 no.2, February 1895, Pág. 11.
14 The Message and Deaconess Advocate, v.11 no.6, June 1895, Pág. 10.
15 Letter from Belle L. James to Lucy Rider Meyer, January 10, 1921, Pág. 3.
16 Mario G. Hoover. El movimiento Pentecostal en Chile del Siglo XX. (Santiago, Chile: Imprenta Eben Ezer, enero 2002), Pág. 176.
17 Ibid., Pág. 157.
18 Ibid., Pág. 157.
19 The Girls’ Friend, v.4 no.31, August 5, Dayton, OH, 1923, Pág. 1.
20 The Message and Deaconess Advocate, v.11 no.11, Chicago, IL, November 1895, Pág.
9.
21 Mario G. Hoover. El movimiento Pentecostal en Chile del Siglo XX. (Santiago, Chile: Imprenta Eben Ezer, enero 2002), Pág. 157.
22 Florrie Snow B., Historiografía Iglesia Metodista de Chile 1878-1918, Tomo II. (Chile: Ediciones Metodistas, 1999), Pág. 667.
23 Raimundo Valenzuela A., Historia de la iglesia metodista de Chile 1878-1903. (Santiago, Chile: Iglesia Metodista, 2000), Pág. 89.
24 Florrie Snow B., Historiografía Iglesia Metodista de Chile 1878-1918, Tomo II. (Chile: Ediciones Metodistas, 1999), Pág. 667.
25 Ibid., Pág. 668.
23 Raimundo Valenzuela A., Historia de la iglesia metodista de Chile 1878-1903. (Santiago, Chile: Iglesia Metodista, 2000), Pág. 89.
24 Florrie Snow B., Historiografía Iglesia Metodista de Chile 1878-1918, Tomo II. (Chile: Ediciones Metodistas, 1999), Pág. 667.
25 Ibid., Pág. 668.
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