La iglesia, o la familia de Dios, es una comunidad de creyentes que regularmente se reúne para desarrollar variadas actividades sobre la base de los principios enseñados por Jesucristo—nuestro maestro—de amor hacia Dios y hacia el prójimo. Y en toda actividad, como finalidad última, se promueve siempre la búsqueda incesante de la piedad, el bien hacia nuestros semejantes, la generosidad, la tolerancia y, por supuesto, el respeto mutuo. En particular, nuestra iglesia desarrolla actividades de diversa índole tales como: espirituales, sociales y recreativas.
