Por Mario G. Hoover (biografía al final)
La unción del Espíritu Santo seguía sobre mi abuelo, Willis C. Hoover, tanto en casa corno en las reuniones en la iglesia. Puedo recordar que cuando era niño muchas tardes pasaba por su estudio. Frecuentemente lo escuchaba cuando prorrumpía en lenguas y reía de gozo. Era un gran erudito de la Biblia y fielmente enseñaba tanto en su hogar como en la iglesia.
Mi padre, Carlos Alberto Gómez, había sido asistente en la iglesia del Dr. Hoover antes del comienzo del avivarniento. Se casó con Helen, la hija del Dr. Hoover, y cuando nosotros los cinco hermanos éramos pequeños nuestro padre murió. Yo tenia cinco años de edad en el año 1923 cuando mi madre, ya viuda, nos llevó a vivir con mi abuelo. El era como un padre para mi; me enseñaba, me daba amor, y se sacrificaba por todos nosotros. Tal era mi amor y gratitud hacia e1 y todo lo que había hecho por mi que decidí usar e identificarme con su apellido: Hoover.
El movimiento pentecostal creció rápidamente en Chile, pero la joven iglesia nacional no se mantuvo exenta de problemas. Los últimos cuatro años de la vida de mi abuelo fueron muy dolorosos para é1. Presenció divisiones en la iglesia causadas principalmente por su insistencia en vivir una vida consagrada, llena del Espíritu y separada de lo que é1 creía eran tendencias mundanas. Debido a la asociación de la guitarra con el baile, y la bebida, mi abuelo siempre se opuso a que se usara dentro de la iglesia. Sentía que el órgano proveía un acompañamiento musical adecuado. Compuso una colección de himnos tradicionales y música transcribiendo los arreglos esmeradamente, nota por nota, para que yo o algún otro organista pudiera tocar durante el canto congregacional. Tradujo cientos de himnos al español que aun hoy se usan en la iglesia.
Cuando la iglesia se dividió entre 1933 y 1934 el grupo que partió, teniendo mayor conocimiento acerca de estas cosas, adoptó el nombre de Iglesia Metodista Pentecostal junto con el nombre de la publicación impresa por la iglesia: Chile Pentecostal. Así que mi abuelo tuvo que buscar nombres nuevos. Nombró a la iglesia «Iglesia Evangélica Pentecostal» y a la nueva publicación Fuego de Pentecostés. Esta última continúa publicándose en la actualidad. Ambas ramas de la iglesia, junto con otros grupos más pequeños se han esparcido por todo Chile.
En la PARTE I hable acerca del uso de la predicación al aire libre como un método para la evangelización, pero también tiene otro uso. Sirve como un excelente método de adiestramiento para líderes. Cuando un recién convertido se para en una esquina osadamente testificando cómo el Señor le ha salvado, reforzando su testimonio con textos bíblicos aprendidos de memoria y alentando a otros a recibir a Cristo, gana cierta experiencia y desenvoltura para hablar en publico. Aquellos que se destacan en este ministerio son observados y sus talentos son usados: primeramente como asistentes de maestros de escuela dominical, más tarde como maestros, y con el tiempo como líderes de locales o anexos de la iglesia madre. Entonces se los mueve paso a paso hacia el pastorado u otro ministerio. Este método para desarrollar y adiestrar líderes es importante ya que toma el lugar del seminario u otro instituto de adiestramiento. Por lo menos en la Iglesia Evangélica Pentecostal de Chile el método es muy eficaz. Este método de adiestramiento práctico se prefiere más que el adiestramiento institucional porque se considera que contribuye a mantener la simplicidad y la sinceridad con el ministerio.
En un viaje reciente a Chile, mi esposa y yo visitarnos varias iglesias incluyendo, la Iglesia Pentecostal Evangélica en el pueblo de Los Andes. El edificio había sido agrandado al doble del tamaño de cuando estuve allí de visita en 1975. Un avivamiento muy único tuvo lugar en Los Andes en octubre de 1985. Comenzó en la iglesia pero llegó a la escuela secundaria cuando una de las jóvenes de la iglesia cayó bajo el poder del Espíritu Santo durante una de sus clases. Tuvo una visión y parecía estar inconsciente. Las autoridades de la escuela, alarmadas, llamaron una ambulancia; afortunadamente a1guien también llamó al pastor. El pastor corrió a la escuela donde se cercioró que la joven tenía una experiencia de carácter espiritual.
De ese momento en adelante el Espíritu Santo obró poderosamente en los maestros y alumnos, y varios de ellos asistieron a la iglesia. El avivamiento creció y muchos fueron bautizados en el Espíritu Santo, hablando en otras lenguas. Lo que estaba ocurriendo atrajo la atención de la comunidad; hubo periodistas que cubrieron la historia diariamente. El periódico local destacó la noticia en primera plana par varios días.
Los reportajes periodísticos incluían las fotos de las personas que habían experimentado salvación, liberación, sanidad y el bautismo del Espíritu Santo. Mientras eran bautizados en el Espíritu Santo hablaban en varios idiomas reconocidos por otros.
De una punta a otra de Chile casi no quedan pueblos ni ciudades donde no haya ya establecida una congregación de creyentes pentecostales. Los miembros y adherentes de las mismas llegan a la cifra de aproximadamente un millón cifra estimada por estadísticos que no tienen nada que ver con la iglesia. La iglesia en si es aversa a poner énfasis en los números.
La Iglesia Evangélica Pentecostal cumplirá ochenta años el año que viene. Todavía sigue vibrante, llena de vida y creciendo. La membresía incluye un grupo fuerte y dedicado de jóvenes. Muchos de ellos están sirviendo y siendo entrenados en las calles, las plazas, las estaciones de tren y dondequiera que la gente quiera escuchar su testimonio. Enseñan o asisten a los maestros en la escuela dominical, que por cierto esta muy llena. Entre los voluntarios que trabajan juntos en la construcción de nuevas iglesias.
Estos jóvenes nunca conocieron a mi abuelo, pero conocen su testimonio y hablan de e1 con gran respeto y admiración. Después de todo, su foto está colgada en la casa de todo pastor y de alguna forma «muerto, aún habla», inspirando y desafiando a jóvenes y ancianos a tener la valentía necesaria para vivir de acuerdo a sus creencias, sin importar el costo.
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Publicado en inglés por Revista Heritage vol. 8 #3, 1988.
Traducción tomada de Revista AVANCE #3-4, 1990.
Biografía
Nuestro hermano Mario G. Hoover nació el 27 de mayo de 1918 en Valparaíso, Chile, hijo de Carlos Gómez y de Helen Hoover de Gómez. Creció en la casa de su abuelo—Dr. Willis C. Hoover. A los 25 años de edad asistió al Central Bible College en Springfield, Missouri. En 1947, se casó con Ruth Solem y tuvieron tres hijos. Su esposa Ruth murió en 1962. En 1963, se casó con Elva Johnson. La hermana Elva adoptó a sus hijos como propios.
El hermano Mario fue empleado de Gospel Publishing House en Springfield durante 24 años antes de continuar estudios superiores. Obtuvo una licenciatura (Bachelor of Arts) en historia en la Evangel University y una Maestría (Master of Arts) en historia en Missouri State University. Enseñó historia en liceos y universidades antes de retirarse el año1981. Escribió la historia de las Asambleas de Dios que fue utilizada como libro de texto en Central Bible College durante 20 años.
El hermano Mario fue miembro de la Iglesia Central de las Asambleas de Dios en Springfield y después de mudarse a Lakeland, Florida, en 1989, él y su esposa asistieron a las Asambleas de Dios de Southside. También fue un miembro fiel del grupo inter-denominacional “Los hombres de Oración de los días Miércoles” en Lakeland.
El año 2000 publicó la traducción en ingles de la “Historia del Avivamiento Pentecostal en Chile” escrita por su abuelo Willis Hoover, añadiendo las memorias de su propia vida y una actualización sobre el movimiento Pentecostal Chileno. A solicitud de los pastores de nuestra iglesia, más tarde publicó una edición en castellano del mismo libro.
Durante los años 2000 al 2002, el hermano Mario participó muy activamente junto a su esposa, hermana Elva, en los inicios de nuestra Iglesia Evangélica Pentecostal en Miami, Florida. Colaborando fielmente con el Encargado de Obra de ese entonces.
El hermano Mario falleció a los 94 años de edad el 20 de Septiembre del 2012. Además de su esposa Elva, de 93 años, le sobreviven sus tres hijos, el Rev. Richard (Melanie) de Lakeland, FL, Ronald (Janice) de Springfield, MO y el Dr. Randall (Lucy) de Bel Air, MD; cinco nietos, Sarah, Samuel, Christopher, Makenzie y Taylor; y dos bisnietos, Evelyn y Max, así como muchas sobrinas y sobrinos.
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Pastor W. C. Hoover con pastores de la conferencia de 1918. |
Mi padre, Carlos Alberto Gómez, había sido asistente en la iglesia del Dr. Hoover antes del comienzo del avivarniento. Se casó con Helen, la hija del Dr. Hoover, y cuando nosotros los cinco hermanos éramos pequeños nuestro padre murió. Yo tenia cinco años de edad en el año 1923 cuando mi madre, ya viuda, nos llevó a vivir con mi abuelo. El era como un padre para mi; me enseñaba, me daba amor, y se sacrificaba por todos nosotros. Tal era mi amor y gratitud hacia e1 y todo lo que había hecho por mi que decidí usar e identificarme con su apellido: Hoover.
El movimiento pentecostal creció rápidamente en Chile, pero la joven iglesia nacional no se mantuvo exenta de problemas. Los últimos cuatro años de la vida de mi abuelo fueron muy dolorosos para é1. Presenció divisiones en la iglesia causadas principalmente por su insistencia en vivir una vida consagrada, llena del Espíritu y separada de lo que é1 creía eran tendencias mundanas. Debido a la asociación de la guitarra con el baile, y la bebida, mi abuelo siempre se opuso a que se usara dentro de la iglesia. Sentía que el órgano proveía un acompañamiento musical adecuado. Compuso una colección de himnos tradicionales y música transcribiendo los arreglos esmeradamente, nota por nota, para que yo o algún otro organista pudiera tocar durante el canto congregacional. Tradujo cientos de himnos al español que aun hoy se usan en la iglesia.
Cuando la iglesia se dividió entre 1933 y 1934 el grupo que partió, teniendo mayor conocimiento acerca de estas cosas, adoptó el nombre de Iglesia Metodista Pentecostal junto con el nombre de la publicación impresa por la iglesia: Chile Pentecostal. Así que mi abuelo tuvo que buscar nombres nuevos. Nombró a la iglesia «Iglesia Evangélica Pentecostal» y a la nueva publicación Fuego de Pentecostés. Esta última continúa publicándose en la actualidad. Ambas ramas de la iglesia, junto con otros grupos más pequeños se han esparcido por todo Chile.
En la PARTE I hable acerca del uso de la predicación al aire libre como un método para la evangelización, pero también tiene otro uso. Sirve como un excelente método de adiestramiento para líderes. Cuando un recién convertido se para en una esquina osadamente testificando cómo el Señor le ha salvado, reforzando su testimonio con textos bíblicos aprendidos de memoria y alentando a otros a recibir a Cristo, gana cierta experiencia y desenvoltura para hablar en publico. Aquellos que se destacan en este ministerio son observados y sus talentos son usados: primeramente como asistentes de maestros de escuela dominical, más tarde como maestros, y con el tiempo como líderes de locales o anexos de la iglesia madre. Entonces se los mueve paso a paso hacia el pastorado u otro ministerio. Este método para desarrollar y adiestrar líderes es importante ya que toma el lugar del seminario u otro instituto de adiestramiento. Por lo menos en la Iglesia Evangélica Pentecostal de Chile el método es muy eficaz. Este método de adiestramiento práctico se prefiere más que el adiestramiento institucional porque se considera que contribuye a mantener la simplicidad y la sinceridad con el ministerio.
En un viaje reciente a Chile, mi esposa y yo visitarnos varias iglesias incluyendo, la Iglesia Pentecostal Evangélica en el pueblo de Los Andes. El edificio había sido agrandado al doble del tamaño de cuando estuve allí de visita en 1975. Un avivamiento muy único tuvo lugar en Los Andes en octubre de 1985. Comenzó en la iglesia pero llegó a la escuela secundaria cuando una de las jóvenes de la iglesia cayó bajo el poder del Espíritu Santo durante una de sus clases. Tuvo una visión y parecía estar inconsciente. Las autoridades de la escuela, alarmadas, llamaron una ambulancia; afortunadamente a1guien también llamó al pastor. El pastor corrió a la escuela donde se cercioró que la joven tenía una experiencia de carácter espiritual.
De ese momento en adelante el Espíritu Santo obró poderosamente en los maestros y alumnos, y varios de ellos asistieron a la iglesia. El avivamiento creció y muchos fueron bautizados en el Espíritu Santo, hablando en otras lenguas. Lo que estaba ocurriendo atrajo la atención de la comunidad; hubo periodistas que cubrieron la historia diariamente. El periódico local destacó la noticia en primera plana par varios días.
Los reportajes periodísticos incluían las fotos de las personas que habían experimentado salvación, liberación, sanidad y el bautismo del Espíritu Santo. Mientras eran bautizados en el Espíritu Santo hablaban en varios idiomas reconocidos por otros.
De una punta a otra de Chile casi no quedan pueblos ni ciudades donde no haya ya establecida una congregación de creyentes pentecostales. Los miembros y adherentes de las mismas llegan a la cifra de aproximadamente un millón cifra estimada por estadísticos que no tienen nada que ver con la iglesia. La iglesia en si es aversa a poner énfasis en los números.
La Iglesia Evangélica Pentecostal cumplirá ochenta años el año que viene. Todavía sigue vibrante, llena de vida y creciendo. La membresía incluye un grupo fuerte y dedicado de jóvenes. Muchos de ellos están sirviendo y siendo entrenados en las calles, las plazas, las estaciones de tren y dondequiera que la gente quiera escuchar su testimonio. Enseñan o asisten a los maestros en la escuela dominical, que por cierto esta muy llena. Entre los voluntarios que trabajan juntos en la construcción de nuevas iglesias.
Estos jóvenes nunca conocieron a mi abuelo, pero conocen su testimonio y hablan de e1 con gran respeto y admiración. Después de todo, su foto está colgada en la casa de todo pastor y de alguna forma «muerto, aún habla», inspirando y desafiando a jóvenes y ancianos a tener la valentía necesaria para vivir de acuerdo a sus creencias, sin importar el costo.
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Publicado en inglés por Revista Heritage vol. 8 #3, 1988.
Traducción tomada de Revista AVANCE #3-4, 1990.
Biografía

El hermano Mario fue empleado de Gospel Publishing House en Springfield durante 24 años antes de continuar estudios superiores. Obtuvo una licenciatura (Bachelor of Arts) en historia en la Evangel University y una Maestría (Master of Arts) en historia en Missouri State University. Enseñó historia en liceos y universidades antes de retirarse el año1981. Escribió la historia de las Asambleas de Dios que fue utilizada como libro de texto en Central Bible College durante 20 años.
El hermano Mario fue miembro de la Iglesia Central de las Asambleas de Dios en Springfield y después de mudarse a Lakeland, Florida, en 1989, él y su esposa asistieron a las Asambleas de Dios de Southside. También fue un miembro fiel del grupo inter-denominacional “Los hombres de Oración de los días Miércoles” en Lakeland.
El año 2000 publicó la traducción en ingles de la “Historia del Avivamiento Pentecostal en Chile” escrita por su abuelo Willis Hoover, añadiendo las memorias de su propia vida y una actualización sobre el movimiento Pentecostal Chileno. A solicitud de los pastores de nuestra iglesia, más tarde publicó una edición en castellano del mismo libro.
Durante los años 2000 al 2002, el hermano Mario participó muy activamente junto a su esposa, hermana Elva, en los inicios de nuestra Iglesia Evangélica Pentecostal en Miami, Florida. Colaborando fielmente con el Encargado de Obra de ese entonces.
El hermano Mario falleció a los 94 años de edad el 20 de Septiembre del 2012. Además de su esposa Elva, de 93 años, le sobreviven sus tres hijos, el Rev. Richard (Melanie) de Lakeland, FL, Ronald (Janice) de Springfield, MO y el Dr. Randall (Lucy) de Bel Air, MD; cinco nietos, Sarah, Samuel, Christopher, Makenzie y Taylor; y dos bisnietos, Evelyn y Max, así como muchas sobrinas y sobrinos.
1 comment:
"Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos". Se le agradece (al hermano Mario) el haber escrito ese libro donde nos acerca un poco mas a la historia de nuestra iglesia y a la vida del Pastor Hoover. Que descanse en el Señor.
Hermano en Chile.
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