«Solo debido a que el Dios supremo, en Su infinita misericordia e inescrutable voluntad, en cierto momento decidió volverse hacia el potencial gnóstico, éste puede efectivamente convertirse.»
[Giovanni Filoramo, The Transformation of the Inner Self in Gnostic and Hermetic Texts. En: Jan Assmann & Guy G Stroumsa, eds. Transformations of the Inner Self in Ancient Religions (Leiden: Brill, 1999), 139.] |
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La cita anterior da cuenta de la doctrina que enseñaban los gnósticos. En otras palabras, el dios gnóstico debe primero regenerar a una persona antes de que esa persona pueda creer. Es inimaginable, pero esta visión pagana maniqueísta es exactamente igual al ordo salutis (lat., «orden de salvación») ampliamente difundido por el Calvinismo. Sin embargo, el Ordo Salutis que enseña la Biblia dice que primero es la fe, luego la regeneración—tal como se enseñó en KYC19.
En materia de salvación es imprescindible que la iglesia de hoy vuelva a un entendimiento simple, quitándose los anteojos de sistemas de interpretación humana que por lo general evitan leer todo el consejo entregado por la Palabra del Señor. Es mejor volver a la Escritura.Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9.)
—RJM
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