El niño huérfano

October 24, 2015

La mayoría de los niños huérfanos viven en orfanatorios1 y tristemente crecen privados de ese apoyo emocional que sólo los padres consiguen dar. En Estados Unidos, por lo general, ellos si tienen comida, un techo, ropa, educación, pero siempre hay algo que les falta… es el amoroso beso de una madre o el tierno abrazo de un padre2.

La falta de padres genera en los niños huérfanos tal inseguridad, que muchos tienden a ser personas celosas, a veces posesivas, suspicaces, y con esa sed de buscar aceptación en los demás. Esta lamentable realidad sirve como una ilustración de lo que puede también llegar a suceder espiritualmente.

Muchos cristianos, habiendo nacido de nuevo, tristemente se comportan como estos niños huérfanos. Viven con tal inseguridad como si no tuvieran un padre. En consecuencia, son personas celosas de otras. Les falta la figura de un padre amoroso. Son personas posesivas; es decir, cuando adquieren algo temen en extremo perderlo, incluso si se trata de amistades. Les falta la figura de un padre proveedor. Son personas suspicaces; es decir, cuando ven conversar a otros, piensan que están hablando de ellos. Les falta la figura de un padre protector. Son personas que buscan ser halagados por los demás; es decir, tienen tal necesidad de que otros los acepten que para lograrlo procuran llamar la atención. Con frecuencia, el comportamiento de ellos cuando los corrigen es entrar en un estado de ostracismo, entristecidos por el temor de no ser aceptados. Les falta la figura de un padre atento a sus necesidades.

Jesús promete que no nos abandonará como a huérfanos (ver Juan 14:18), aludiendo a la venida del Espíritu Santo a vivir en nosotros. Pablo explica que los creyentes hemos recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! (Romanos 8:15). Es decir, cuando el Espíritu Santo nos bautiza reconocemos a Dios como a nuestro padre y exclamamos de manera similar a la de un niño que reconoce a su padre luego de estar separado de él por algún tiempo: ¡Papito!

La expresión ‘abba’ demuestra una relación tierna de un padre con su amado hijo, es de intimidad en el trato, de un hijo que está completamente depositado en la protección de su padre.

La llenura del Espíritu Santo genera tal confianza en Dios que espiritualmente pasa a ser nuestro padre. Justamente, no ver a Dios como nuestro padre evidencia la falta de la llenura del Espíritu Santo.

¿Se siente Usted como un niño huérfano? ¡No, querido hermano! Usted no está huérfano. Pida la llenura del Espíritu Santo. Dios es nuestro padre. ¡Tu Padre!

--RJM

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Notas y Referencias
1No todos tienen la posibilidad de ser adoptados. Adoption and Foster Care Analysis and Reporting System (AFCARS), <www.acf.hhs.gov>. Accesado en Octubre 23, 2015.
2Traducido y adaptado de: Moraga, R. I will not leave you as orphans. Sycamore, Illinois, October 25, 2015.

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